martes, 28 de diciembre de 2010

Karma y Vacuidad - Por Ven. Lama Thubten Yeshe


Todos estáis interesados en el dharma y en la meditación. Pero, ¿qué es el dharma, y como meditamos?. Básicamente, dharma es cualquier cosa que causa el que disminuyan nuestras ilusiones, nuestros pensamientos perturbadores; es cualquier cosa que nos trae paz de mente y liberación de la confusión y el sufrimiento.


Lama Yeshe

El Budadharma enseña métodos para purificar la mente de negatividades y así desarrollar nuestro potencial humano al máximo. Algunos de estos métodos, como el no dañar a otros, generar compasión y practicar la generosidad, son compartidos por otras tradiciones religiosas y filosóficas. Otros métodos son únicamente budistas. Dos de estos, karma y vacuidad, son el corazón del dharma. El karma es la ley de causa y efecto, y la vacuidad es la naturaleza última de la realidad, vacía de todas las concepciones erróneas.

Empecemos con el karma. Toda acción ejecutada por el cuerpo, palabra o mente a la larga produce una reacción específica. Por ejemplo, una mala actitud culminará definitivamente en problemas y sufrimiento, mientras que una mente buena, limpia y clara siempre trae felicidad. Todos hemos notado que cuando nuestra mente esta llena de confusión todo lo que decimos sale de una manera confusa. A pesar de que este vinculo parece obvio cuando es analizado, no siempre es aparente. Cuando nos encontramos a nosotros mismos diciendo algo sin sentido o desagradable, tendemos a decir ‘Oh, no se porque he dicho esto; solo que salió así’. Asumir que no existe ninguna razón particular para nuestras acciones descontroladas es un error. Ni una sola palabra ha sido pronunciada jamás que no haya sido motivada por una actitud positiva o negativa.


El comprender la conexión kármica entre causas y efectos nos dará la energía para transformarnos a nosotros mismos. No obstante, es esencial aproximarse a nuestra práctica con paciencia y sabiduría. Cambiar nuestro comportamiento habitual no es fácil. No es como hacer café instantáneo; ello toma tiempo. El cambio ocurre gradualmente porque las diferentes actitudes e ilusiones negativas poseen diferentes grados de fortaleza. Por lo tanto cada problema mental debe ser tratado de acuerdo a su naturaleza particular, ya sea ello extremadamente sutil e incrustado en nuestra consciencia, o bastante evidente y alcanzable. La aproximación lógica es concentrarse primero en la purificación de las negatividades burdas antes de intentar arrancar de raíz las profundamente sutiles. El punto importante es que eliminar las faltas más obvias es algo que podemos hacer ahora. Es mucho más sabio trabajar en un área donde el éxito es posible que querer alcanzar lo imposible.

Por ejemplo, cuando lavamos un trapo sucio es imposible eliminar inmediatamente las manchas y olores. El lavado inicial tiene cuidado de la primera capa de suciedad pero es solamente después que es lavado y escurrido dos o tres veces que todas las manchas finalmente son eliminadas. Las ilusiones raíz – apego, enfado e ignorancia – son las manchas que polucionan nuestra mente y, de estas, la ignorancia de la realidad es la mas profundamente arraigada y la más difícil de eliminar. Limpiar la mente es un proceso evolutivo y la única manera de asegurar un cambio positivo es trabajar en las ilusiones burdas ahora y abordar las más sutiles después.

A través de vuestra práctica del dharma nunca debéis forzaros a vosotros mismos, sino antes al contrario debéis intentar estar relajados y hacer solo lo que es posible en el momento. Si os forzáis mas allá de vuestras capacidades vuestro sistema nervioso puede sufrir un shock, produciendo de este modo una reacción extremadamente negativa; podéis incluso abandonar totalmente el intento de tratar con vuestras ilusiones.

A pesar de que somos adultos tenemos las mentes de niños. La mente de un niño requiere especialmente ser tratada con ternura; necesitamos gran habilidad y paciencia para tratar con ella. Ella no puede soportar el ser constreñida, o forzada mas allá de sus limites. Aún así muchos buscadores espirituales son tan perfeccionistas que sus egos los impulsan a intentar avanzar demasiado rápido. Ellos son severos e implacables con ellos mismos, y acaban en un estado de tensión. Se tornan frustrados y se enfadan con ellos mismos y con todo el mundo en derredor suyo. Por supuesto que es bueno esforzarse para la perfección, pero debemos ser prácticos. Es mejor ir por grados, paso a paso. De lo contrario es probable que saltéis demasiado rápido y os rompáis una pierna. Para tener éxito en vuestra practica del dharma es mejor estar relajado y tocando de pies en el suelo, ajustando la intensidad de vuestra practica día a día de acuerdo con vuestra situación.

Ser practico incluye el estar abierto a adaptar vuestra practica a las condiciones externas. Por ejemplo, en esta sala de meditación estamos sentados juntos con las piernas cruzadas sobre alfombras orientales, rodeados de hermosas estatuas y pinturas de los Budas; el humo del incienso llena el aire y las velas arden en el altar. Naturalmente es fácil meditar en tal atmósfera positiva.

Sin embargo, si os encontráis en otro entorno, como en un tren o en un avión, esto no os da una excusa para abandonar vuestra practica. Tan solo porque no hay imágenes visibles de los budas sentís que Buda no esta ahí. La totalidad del lugar parece carecer de espiritualidad y os sentís como envueltos en el samsara. O quizás en casa vuestra familia no os permitirá tener un altar, o imágenes de seres iluminados en lugar visible. Y porque sabéis cuanto les molestaría os reprimís de decir vuestras oraciones en alta voz. Entonces recordando nostálgicamente este pacifico lugar de meditación, pensáis, ‘Ahora parece como si estuviera en un mundo diferente. Ninguna fotografía de los maestros espirituales o budas, ninguna vela o incienso, y no puedo cantar mis oraciones. ¿Cómo es posible que practique el dharma?’.

Tales pensamientos de insatisfacción son ejemplos del trabajo de la mente dualista. Habéis conseguido racionalizar la manera de hacer vuestra meditación, no realizando que la belleza del camino gradual a la iluminación es que él explica como meditar en cualquier entorno – ya sea bebiendo, comiendo, hablando, viajando o haciendo cualquier otra cosa. La parafernalia religiosa es útil, por supuesto, pero no absolutamente esencial para la practica. Por cierto, encuentro que el cuarto de baño es un lugar excelente para tener una tranquila e imperturbable meditación alejada del ruido y la confusión. Es un buen lugar para tomar refugio.

En realidad es posible encontrar una enseñanza del dharma en todas las cosas que vemos – televisión, películas, periódicos, el soplo del viento, los movimientos del océano o el cambio de las estaciones. Si observamos al mundo desde el punto de vista del dharma podemos obtener una profunda comprensión de la realidad, incluyendo la impermanencia y la ley de causa y efecto. ‘Todas esas cosas están cambiando, como yo lo hago’. Generalmente andamos en un sueño, inconscientes de los cambios y movimientos en derredor nuestro. O esto, o lo tomamos por sentado. Es fácil rechazar lo que la televisión y las películas están tratándonos de mostrar como meras fantasías. Tales prejuicios tan solo incrementan nuestra ignorancia y cierran la puerta a la sabiduría. Si por otro lado, abrimos nuestro ojo de sabiduría y dejamos al universo revelar su realidad, podemos incrementar nuestro conocimiento y practicar dharma en cualquier momento y en cualquier lugar.

Permitiendo que todas las cosas que vemos nos recuerden que la ley de causa y efecto gobierna todo cambio, que cada transformación tiene una razón definitiva, entenderemos gradualmente el karma. Pararemos de asumir que nuestras experiencias vienen a nosotros precocinadas, como el café instantáneo. La sensibilidad al constante estado de fluir de nuestro sistema nervioso se volverá más agudo al tiempo que observamos como nuestra mente y cuerpo cambian una y otra vez.

Una vez que una profunda comprensión de la causa y efecto surge en nosotros, y vemos que cada acción tiene una definitiva consecuencia, realizaremos cuan importante es ser conscientes de todo lo que hacemos. La consciencia del karma conlleva una consciencia espontánea de nuestro propio comportamiento. Realizando que las acciones positivas conducen inevitablemente a la felicidad y que las acciones negativas llevan al sufrimiento, nos tornamos más discriminatorios y más conscientes de la naturaleza de nuestra propia actividad. Sin embargo, si la ley de causa y efecto no guía nuestra vida, no existe ninguna practica del dharma, y sin tal practica tan solo la ignorancia y el sufrimiento permanecen.

Una sostenida consciencia de nuestras acciones físicas, verbales y mentales desde el momento de despertarnos hasta el momento de dormirnos por la noche es mas profundo y penetrante que una hora de meditación cada mañana. Esto tiene sentido; una hora de meditación no es nada comparado a la practica de un día. Y si consideramos los enormes beneficios que proporciona incluso un día de consciencia del karma, nos podemos proteger de la apatía y depresión que a menudo infectan nuestra práctica.

Una razón para enfatizar el valor de observar nuestro karma es que los occidentales están siempre interesados en la meditación. Ellos aman la meditación, pero no están tan felices cuando se les ofrecen las enseñanzas sobre el karma. Ellos se quejan de que el karma es demasiado pesado. Pero no debemos dar paso a la ansiedad. Nuestro cuerpo, palabra y mente es ya pesado; no necesita de las enseñanzas para volverlo pesado; nosotros somos pesados.

No quiero decir con esto que la meditación no sea importante, sino que si tenemos problemas haciendo incluso una meditación formal, todavía podemos practicar dharma perfectamente bien. Meditación significa entonces estar constantemente vigilantes de nuestras acciones y cultivar una actitud amable y de amor en lugar de una de explotación. Esto es meditación. De hecho, a la vista de nuestro nivel actual de desarrollo espiritual, este tipo de aproximación a nuestra practica puede ser incluso mas preciso y realista que la meditación en profundos temas tántricos.

Si podemos despertar al momento inmediato habremos logrado algo importante. Coged el momento actual. Todos estamos físicamente aquí, en esta habitación, pero nuestras mentes están en algún otro lugar, la mayoría pensando posiblemente en el futuro. ‘Después de este curso de meditación haré...’. Estamos soñando sobre alguna otra cosa mientras el momento presente esta dormido. Incluso mientras os estoy hablando mi mente esta pensando en el Tíbet. Realmente no estoy con vosotros.

Lama Yeshe

Existe un poderoso método del dharma para llevar la mente al presente. Cada mañana, tan pronto como os despertéis, deberéis pensar de este modo: ‘Cuan afortunado soy de estar vivo todavía, y ser un ser humano en lugar de un perro o una gallina. Con este cuerpo y mente humanos tengo el poder de comprender mi mente y practicar el dharma. Esto es algo que los animales no pueden posiblemente hacer. Así que dedico este día al logro de la iluminación. Con el fin de alcanzar este objetivo rápidamente debo evitar las acciones impuras, y emanar una vibración positiva hacia los demás’. El poder de esta dedicación os ayudara a mantener vuestra consciencia y control al más alto nivel a lo largo del día.

Mucha gente pasa su tiempo pensando acerca de lo que harán mañana, en veinticinco años, o por el resto de sus vidas. Esto es una locura. Los acontecimientos que ocurran dentro de veinticinco años no son nada excepto el resultado de un proceso de transformación que va de momento a momento – incluso ahora. El momento presente evoluciona hacia el siguiente; el cual cambia en el siguiente. Hoy cambia hacia el mañana, mañana hacia la semana próxima, el año próximo, etc. Si el proceso de evolución no dependiera de los acontecimientos que tienen lugar en este preciso momento, no ocurriría nada al cabo de veinticinco años [desde ahora].

A pesar de que el futuro depende del presente, es la naturaleza del ego humano la de preocuparse acerca del futuro en lugar de preocuparse del cómo actuar ahora. Cuando meditéis, meditad. Cuando comáis, comed. Cuando cocinéis, cocinad. Intentad reemplazar vuestras fantasías sobre el futuro con la consciencia del momento presente. Tan solo entonces estáis siendo realistas. Es ridículo estar cargado de preocupaciones con lo que va a pasar en el futuro, puesto que vuestras proyecciones acerca de ello son meramente un producto de vuestra propia mente alucinada. Sin embargo y desdichadamente, es un pasatiempo común el hacer planes para el futuro. ‘Debo asegurarme de tener lo suficiente de esto y bastante de aquello para los próximos años’. Quizás muráis antes de que termine esta semana. Preocuparse sobre el futuro es simplemente una perdida de tiempo y de energía.

Hay mucha gente que no cree en la iluminación porque nunca han visto o se han encontrado con un ser iluminado. Yo les preguntaría, ‘¿Podéis ver el mañana?’. Si no, ¿de donde provienen todas esas concepciones concretas que forman la base para todos sus planes futuros?. Ellos se preocupan sobre lo que ocurrirá en un futuro que no pueden ver, aún así no aceptan la iluminación basándose en que no pueden percibirla.

Desde el punto de vista kármico debemos preocuparnos acerca del futuro, pero nuestro interés actual esta asociado erróneamente. La confusión general con relación al futuro surge en el tipo de preguntas hechas a menudo a lamas y sacerdotes: ‘¿Cuándo muera iré al cielo o al infierno?’ ‘¿Piensa que seré feliz el año próximo?’. Con la sabiduría del dharma llevando a la mente la ley de causa y efecto, es fácil predecir lo que traerá el futuro. Una actitud positiva, sana, hoy, augura un bien para mañana. Si el continuo mental esta limpio y claro hoy, entonces ciertamente estará limpio y claro mañana. Así que tenemos la habilidad de predecir el futuro: utilizando nuestra propia sabiduría. Podemos ver que vivir y morir feliz o miserablemente depende del mantenimiento de una actitud positiva o negativa desde ahora en adelante. Tenemos la elección entre morir la miserable muerte de una vaca o experimentar la gozosa muerte de un meditador. Depende de nuestro karma. Si las causa y condiciones – leche, calor, etc. – se juntan por la tarde, el resultado será un tazón lleno de yoghurt a la mañana siguiente.

Es una tontería preguntar a los seres elevados y clarividentes si va a haber un desastre mundial durante los próximos años. Los desastres están ocurriendo todo el tiempo. Comprendiendo el karma podemos ver que así como este sistema solar es producto de la ilusión, es asediado naturalmente por guerras y catástrofes. Por lo tanto es una perdida de energía preocuparse e inquietarse por ello. De lo que deberíamos preocuparnos es de mantenernos nosotros mismos tan pacíficos, positivos y alerta como sea posible. Esto es todo cuanto podemos hacer.

Vayamos ahora al otro aspecto esencial del dharma, aquel del análisis del ego. El ego es la mente que no comprende la naturaleza del yo, del ser. Generalmente nosotros sentimos que el yo existe en algún lugar vagamente dentro del cuerpo, pero nuestra mente superficial ordinaria nunca intenta localizarlo de manera precisa. Para obtener un dibujo correcto de la realidad, es necesario investigar profundamente e intentar encontrar exactamente donde reside este yo. De lo contrario continuaremos siendo engañados por una visión que, a pesar de ser superficial de alguna manera, todavía se apega a una profunda y concreta sensación de ser. Cuando hacemos una concienzuda búsqueda de nuestro ser, buscando a través de la totalidad de nuestro cuerpo y sistema nervioso, nunca podemos encontrarlo. Algunas veces podemos pensar que lo hemos localizado, pero en un más estrecho examen podemos ver que hemos sido engañados.

A pesar de que existe una técnica especifica para intentar localizar el yo, cada uno de nosotros debe aproximarse a su investigación en términos de la manera altamente individual e instintiva en que habitualmente nos referimos a nosotros mismos. Algunos tienen una vaga sensación de que el yo está en su pecho; otros sienten que esta en su cabeza o estomago. Cuando alguien es perturbado y sostiene su cabeza entre sus manos, o se da un cachete en la frente o se agarra a su corazón, esto indica donde siente mas fuertemente su yo en ese momento. Cada uno de estos gestos es un síntoma del ego de la persona, proyectando un sentido particular del ser. Mi síntoma, por ejemplo, es esconderme tras mis ropas de monje. El hecho de que cada uno de nosotros tengamos nuestro propio juego de síntomas muestra que la sensación intuitiva del yo es meramente una interpretación del ego. Si el yo fuera algo substancial, existiría mas acuerdo en lo que respecta a lo que es y donde se encuentra.

El ser imaginado por el ego posee una naturaleza misteriosa, inaccesible. Esto es porque no existe un acuerdo general sobre sus cualidades o localización; cada uno de nosotros tiene su propia sensación sobre ello. Esta es precisamente la razón por la que cada persona debe buscar su yo imaginado, ella misma. Nadie puede hacerlo por ella. Aún incluso con la sabiduría más introspectiva, buscando el yo en cada célula del cuerpo, permanece imposible de localizar. Es como un ladrón que se escabulle de nosotros cuando no miramos y se esconde cuando miramos alrededor. Cuando estamos relajados y no estamos en guardia, él avanza de cuclillas como un demonio, listo para atacar, pero si lo perseguimos desaparece de repente como tragado por la tierra. Esta es exactamente la manera en que nuestra mente nos engaña con artimañas. La alucinación de un concreto y auto-existente yo del ego es como el ladrón. Estamos seguros de que está ahí, pero tan pronto como lo buscamos, desaparece.

¡Nuestra mente continuará estafándonos hasta que finalmente la cojamos con las manos en la masa!. Mientras tanto continuaremos cargando con una poderosa sensación intuitiva del yo, y una vaga noción de que él existe en algún lado, probablemente en el cuerpo. La única manera de detener esta fantasía es observar el objeto de nuestra alucinación, en este caso nuestro propio ser; examinadlo cuidadosamente y ver lo que es realmente. Ya que el yo imaginado es como un ratero, es necesario utilizar un truco especial con el fin de capturarlo. Debemos llevar de alguna manera al objeto en cuestión hacia una visión clara para una estrecha inspección.

Debido a que el yo imaginado surge mas fuertemente en estados altamente emocionales, deberemos tomar ventaja de estas situaciones, observar la sensación obvia del yo que ha surgido e intentar localizarlo e identificarlo. Otra técnica efectiva es evocar deliberadamente, durante la meditación, una crisis emocional con el fin de traer a la superficie esa sensación del yo. Tanto en un caso como en el otro, el meditador debe estar extremadamente alerta si es que va a capturar esa imagen antes que ella desaparezca. A través de esta practica descubrirá a la larga que el ser que él siempre había creído como existente no tiene absolutamente ninguna base. Era, y es, nada mas que una fantasía. Todo nuestro sufrimiento y miedos existen solo debido a nuestra aceptación pasiva del ser proyectado ilusoriamente por el ego. Debido a que ese ser parece existir concretamente, este parece estar profundamente involucrado en experiencias de ganancia y perdida y las sensaciones que le acompañan de euforia y depresión. Esta es, de hecho, la base de todo nuestro sufrimiento.

En algún punto de su contemplación el practicante realiza claramente que toda su miseria brota de una imagen proyectada por su propia mente distorsionada, una imagen que en realidad no posee ninguna base. En este punto él ha alcanzado un estado de mente indestructible, mas allá de todo miedo. Cuando los meditadores Tibetanos alcanzaban este nivel de realización utilizaban una hábil técnica para poner a prueba su nueva experiencia. Ellos se imaginaban a sí mismos involucrados en una situación extremadamente temerosa o emocional y entonces observaban sus reacciones. Si no surgía ninguna gran sensación del yo temiendo el dolor o la perdida, en sus mentes, podían estar seguros de sus logros internos. Este tipo de experimentación es similar a la manera en que las ideas son probadas en los estudios científicos. Aquí, sin embargo, el experimento es interno y muy personal.

De acuerdo con la filosofía del gran maestro Indio, Nagarjuna, el ser que se aparece intuitivamente a nuestras mentes no existe en ningún lugar dentro de la total estructura atómica del cuerpo. Esta visión no debe ser confundida con el nihilismo que asegura que absolutamente nada existe. ¿Qué existe entonces?. La respuesta descansa en la filosofía del camino medio de Nagarjuna, la cual deniega la existencia del ser fantaseado por el ego, mientras que asegura aquella del ser relativo y originado dependientemente. Esto no es simplemente algún concepto filosófico; no estoy interesado aquí en hablar de filosofía. Este es un método práctico para descubrir lo que es real y lo que no. Y si miráis dentro de esto por vosotros mismos veréis como vuestro propio ego imagina la existencia de algo que absolutamente no existe.

Cuando nace un bebe, los padres arbitrariamente dan un nombre a la pequeña burbuja que ha aparecido de repente. Ellos no tienen una razón lógica para escoger ese nombre específico para esa burbuja particular. ‘¿Te gusta el nombre de Cristina?’ ‘Si, me gusta’ ‘Bien, entonces vamos a llamarla Cristina’. No es como si el padre y la madre puedan ver que el ser más interno o consciencia del bebe pertenezca, por su misma propia naturaleza, a una categoría que siempre es llamada ‘Cristina’. O que algo dentro del bebe esta justamente esperando a ser llamado por su nombre real. ‘Cristina’, a la luz de la filosofía de Nagarjuna, es solo una cuestión de una burbuja que aparece y que luego es designada por un nombre. Cristina es la combinación de la palabra y la burbuja.

Pero el ego no esta satisfecho con ser solo una burbuja y un nombre. Por lo tanto confunde el tema imaginando que existe alguna otra cosa. ‘Soy algo mas que solo una burbuja; tengo mi propia existencia aparte de esto’. La naturaleza del ego es la de estar insatisfecho, y mejora y hermosea hábilmente su identidad creando formas y colores desde su propia imaginación. Así como nunca esta satisfecho con cualquier cantidad de riqueza o belleza, tampoco él es feliz con ser meramente un nombre y una burbuja. Él no puede aceptar la simple realidad: la manera en que las cosas existen realmente. Por ejemplo, ahora que estoy en España ya no me gusta mas ser Tibetano. Yo sería en realidad un apuesto Español con un hermoso mostacho. Dondequiera que vaya quiero ser algo diferente. No puedo admitir o aceptar quien o que soy. ¡Es increíble lo poco realista que es el ego!. Su mundo es como plástico: pura imitación.

En referencia al mundo de fantasía del ego, Buda dijo, ‘Todo es ilusión’. Para comprender el verdadero significado de esta sentencia, vamos a ver primero que se entiende por el mundo del ego. Vuestro mundo es todo lo que veis, escucháis, oléis, degustáis, sentís y pensáis; en otras palabras esta hecho de todas vuestras percepciones sensoriales. El ego de cada persona crea su propio mundo personal. Tu no estás viviendo en mi mundo; tu estas viviendo en el mundo ilusorio de tu propio ego. Aún así cuando algunas personas escuchan que todo es ilusión ellos lo mal interpretan como que ello quiere decir que nada importa. ‘¡Fantástico! Puedo robar, beber, tomar drogas y alucinar con el LSD tanto cuanto quiera. ¿A quién le importa?. De cualquier forma es solamente una ilusión’.


Lama Yeshe

Existen varios términos utilizados para referirse a la naturaleza ultima de la realidad. Algunas veces es llamada vacuidad (‘emptiness’), puesto que la verdadera naturaleza de todos los fenómenos esta vacía, como opuesta a la imaginación del ego, que esta llena. ¿Llena de que?. Llena de conceptos, expectativas, ansiedades y proyecciones que nada tienen que ver con la realidad. En estado ultimo, todas las cosas están vacías. La realidad también es llamada vacuidad (‘voidness’), la vacuidad siendo el opuesto del mundo sólido, concreto e imaginado por el ego. Todos los fenómenos, tanto samsáricos como espirituales están vacíos por su propia naturaleza.

Es esencial eliminar la concepción errónea básica del ego sobre la realidad, porque esta es la raíz de todo sufrimiento. La visión del ego esta corrompida y es poco real, y produce una baja opinión de uno mismo y de los demás. Ella infravalora nuestras verdaderas potencialidades y cualidades, creando por ello una sensación de inseguridad y defensa. Además, con este tipo de actitud negativa fácilmente nos vemos envueltos en argumentaciones y peleas unos con otros. El ego es político por naturaleza. Si no hubiera ego, no existiría ninguna razón para reñir.

Las concepciones erróneas del ego sobre la realidad también nos mantiene en esclavitud, ya sea la férrea esclavitud de la existencia o la dorada esclavitud de una manera espiritual de vida. La esclavitud férrea es nuestro continuo sufrimiento mental y físico en el ciclo de la existencia insatisfactoria conocida como samsara, mientras que la esclavitud dorada es la de estar esclavizado a concepciones erróneas y falsas filosofías.

Muchas filosofías poseen una buena apariencia, una atractiva fachada dorada. Sin embargo, no importa cuan respetables puedan parecer, estas visiones incorrectas todavía nos atan a la ignorancia y al sufrimiento. El mas alto objetivo es estar libre de toda esclavitud. Pero no quiero decir con ello estar libre en un sentido revolucionario. ¡Quizás penséis que este lama esta intentando empezar otra revolución Española!. No, yo solo estoy intentando provocar una revolución en vuestras mentes.
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lunes, 20 de diciembre de 2010

EN LA BÚSQUEDA DE UNA VIDA CON SENTIDO



Por el Lama Thubten Zopa Rinpoché




Es en extremo importante que hagamos algunos esfuerzos espirituales
mientras que, como seres humanos que somos, tengamos la oportunidad
de dedicarnos a métodos internos que den paz a la mente.

Es una experiencia conocida que la felicidad no surge solamente de
factores externos. Si revisamos cuidadosamente nuestra vida diaria,
fácilmente veremos que esto es verdad. Nuestra felicidad requiere de
la intervención de ciertos factores internos para que se produzca.
Si el sólo desarrollo externo pudiese producir una paz duradera en
los seres vivientes, entonces todos los que tienen mayor cantidad de
posesiones materiales deberían tener más paz, al tiempo que, todos
los que tienen menos deberían tener menos paz y felicidad. Pero la
vida no siempre es así.

Hay mucha gente que es feliz y tiene pocas riquezas y muchas
personas ricas que son muy infelices. Aquí en la India, por ejemplo,
hay muchos panditas, yoguis de altas realizaciones e incluso simples
practicantes del Dharma que viven vidas humildes y sin embargo
tienen gran paz en sus mentes. Entre más han renunciado a una mente
sin control mayor es su paz. Entre más han renunciado a la actitud
de estar centrados en sí mismos, a la ira, a la ignorancia, al apego
y a otros similares, mayor es su felicidad.

Grandes yoguis tales como los maestros indios Naropa y el yogui
tibetano Jetsun Milarepa no poseían nada y sin embargo tenía una
increíble paz en sus mentes. Ellos eran capaces de renunciar a una
mente descontrolada, la fuente de todos los problemas y así
trascendieron todo sufrimiento. Realizando el sendero hacia la
iluminación obtuvieron una felicidad de orden superior. Entonces,
aun cuando tuvieron que pasar días enteros sin comer, -el gran yogui
Milarepa vivió por muchos años en una cueva subsistiendo únicamente
de ortigas silvestres- están considerados entre los más felices
hombres del planeta. Puesto que abandonaron las tres mentes
venenosas de la ignorancia, la ira y el apego, su paz y felicidad
fueron en verdad grandes. Entre más pudieron controlar sus mentes
mayor fue su paz.

Si la felicidad dependiera únicamente del logro de factores
externos, entonces países ricos como los Estados Unidos serían
felices. Muchas personas imitan a los Estados Unidos pensando que
así encontrarán la felicidad. Personalmente siento más paz en países
espirituales como son la India y el Nepal. Estos son países mucho
más felices, más pacíficos para la mente. Cuando después de estar en
gira por el occidente vuelvo a la India, es como volver a casa. Son
tantas las diferencias. La India es en verdad un país muy dhármico;
genera grandes cambios a la mente. Cuando miras una sociedad
materialista y ves la gente y su forma de vivir, tu propia mente se
perturba. El progreso material es increíble y seguirá aumentando
pero como resultado, la gente se vuelve más y más ocupada y surgen
muchos problemas. La gente no tiene tiempo para relajarse y se
vuelve nerviosa, muy nerviosa. Aquí en la India uno ve gente
relajada por todas partes pero allá, uno mismo se siente nervioso,
uno coge la vibración de sus mentes agitadas. Si la felicidad
dependiese exclusivamente del desarrollo externo, entonces lugares
como Suiza y los Estados Unidos tendrían la mayor paz. Tendrían
menos peleas, menos luchas, menos violencia, pero no es así.

Esto muestra que algo está haciendo falta. Nos indica que algo está
faltando en su método de búsqueda de la felicidad. Materialmente
podrán estar en la cima del mundo pero muchos problemas continúan
destruyendo su paz y su felicidad. ¿Qué hace falta? El
desenvolvimiento interior. Ellos van tras del desarrollo externo
pero ignoran el desenvolvimiento de la mente, el desarrollo
interior. Esa parte del método está faltando. En el ámbito material
el mundo occidental ha progresado enormemente, pero no se está
volviendo más grande. Su gran error es estar mirando hacia fuera
olvidando por completo el desenvolvimiento de la mente, el
desarrollo del buen corazón. El progreso material en sí mismo no es
malo; el factor material ha de desarrollarse pero el interior es
mucho más importante. No hay forma de compararlos. El
desenvolvimiento interior es un millón de veces más efectivo en la
producción de una felicidad verdadera que el desarrollo externo. No
encuentras paz si olvidas el desarrollo mental. A través del
desarrollo del buen corazón uno obtiene paz en su mente. Debemos
pues, desarrollarnos en lo externo pero al mismo tiempo también
hemos de desarrollar la mente. Si comparamos el valor de la paz
producida por una cosa externa con la producida por el buen corazón,
por la compasión, por el amor, por la paciencia, por la eliminación
de la violencia, el valor superior que ofrece el desarrollo interior
es abrumador. Incluso, si uno tiene una pila de diamantes que
equiparan el peso de la tierra, no existe forma de comparar la paz
que estos proveen con la paz obtenida a través del desarrollo
interior. El dueño de la pila sigue siendo molestado por problemas
mentales como la rabia, el apego y otros por el estilo. Si alguien
le insulta, la rabia comienza a formarse seguida de pensamientos de
causarle daño, de insultarle y de herirlo. El hombre del
desenvolvimiento interior reacciona diferentemente y piensa: "si él
se pone bravo conmigo, si me insulta y hiere mi mente, que
indispuesto me sentiría, que infeliz yo me sentiría, luego no debo
hacerle cosas negativas. Si me pongo bravo con él y le insulto, se
sentiría terriblemente contrariado e infeliz. Me siento triste
cuando él es negativo conmigo, luego igualmente, él se sentirá muy
infeliz y su paz será perturbada si soy negativo con él. ¿Cómo
podría yo atreverme a hacerle esto? Debemos tratar de pensar de esta
forma.

Cuando mi amigo dice o hace cosas que me disgustan y la rabia y la
incomodidad empiezan a surgir de mi corazón, yo querré decirle
muchas cosas que le dolerían, pero debo mantenerme consciente y ser
hábil y valeroso pensando: "¿cómo enfurecerme con él? ¿Cómo puedo
decirle cosas hirientes? ¿Cómo puedo causarle daño? Debo esforzarme
por pensar de esa forma. Si él fuese violento conmigo, ¡qué infeliz
yo me sentiría, como perturbaría mi mente, cómo me dañaría! En
consecuencia, qué innoble yo sería si daño a este amigo quien al
igual que yo, quiere ser feliz y no tener sufrimientos. ¿Cómo podría
yo atreverme a seguir semejante acción? Cuando piensas de esta forma
la rabia desaparece como estalla una burbuja de agua. Al comienzo la
burbuja se ve tan sólida como una piedra, pero de un momento a otro
desaparece. Al comienzo nos parece que no vamos a poder cambiar
nuestra mente; sin embargo, si utilizamos el método apropiado,
cuando meditamos de esta forma, la ira se va como una burbuja de
agua. No le ves sentido a volverte rabioso; simplemente practicas la
paciencia tratando que la ira no surja, recordando que lo que
perturba tu mente y destruye tu felicidad también destruye la
felicidad de los otros sin que sea de ninguna utilidad. Entonces,
¡qué bello se torna tu rostro! La ira nos afea por completo. Cuando
la rabia entra en un rostro hermoso ni el mejor de los maquillajes
podría esconder la completa fealdad y el terror que manifiesta. Tú
puedes ver esto en las caras de las personas, puedes reconocer la
rabia. Puedes sentir temor de la rabia por la sola cara de quien
está rabioso; está reflejando la rabia, es una muy mala vibración de
la cual hay que deshacerse. Hace que todos sean infelices.

La verdadera práctica del Dharma, la verdadera meditación, es nunca
dañar a los demás. Ésta protege tanto tu propia paz mental como la
de los otros. Este es el Dharma real, una verdadera acción religiosa
que te trae beneficios a ti y a los demás. Como ya lo mencioné
anteriormente, ser capaz de practicar esta clase de paciencia -aun
cuando sea tan solo una vez- vale más que un arrume de diamantes tan
grande como esta tierra. ¿Qué paz interior puedes extraer de los
diamantes? Sólo estás corriendo el riesgo de que alguien te mate
para quedarse con ellos. No hay forma de comparar el valor de un
buen corazón con las posesiones materiales. Puesto que queremos
felicidad y no queremos sufrimiento es en extremo importante que
practiquemos el Dharma. Dharma no es hacer cantos, hacer rituales o
vestir uniformes. Es desenvolver la mente, el factor interno.
Tenemos muchos factores internos: la mente descontrolada, los
engaños, factores positivos como el amor y la compasión y factores
negativos como la ignorancia. Todos tenemos tendencias mentales
positivas y negativas. Practicar el Dharma significa cultivar la
buena mente la cual ha de ser desarrollada. En un contexto el Dharma
implica todos los fenómenos existentes, pero cuando digo, "la
práctica del Dharma" o "el Dharma sagrado", el significado es,
protegerse a uno mismo del sufrimiento. Ese es el significado del
Dharma sagrado, el Dharma que hemos de practicar.

Existen muchos niveles diferentes de sufrimientos de los cuales
necesitamos protegernos. El Dharma es como una cuerda que se le
lanza a alguien que está a punto de caer por un precipicio. Esta le
protege y sostiene para no caer en los reinos del sufrimiento -el
mundo del ser infernal, del fantasma o del animal-. Un segundo
significado de la práctica del Dharma sagrado es que uno encuentra
protección de la totalidad del samsara, de todo el sufrimiento
samsárico. Nos protege de todas las mentes incontroladas tales como
la ignorancia, el apego y la ira; de actitudes ego centradas y de
todos los factores mentales que hacen que uno no reciba la
iluminación, el estado de la budeidad, el estado de la más alta y
sublime felicidad.

Mientras exista el pensamiento del egocentrismo no habrá forma de
alcanzar la budeidad; nuestro sendero hacia la felicidad suprema
está bloqueado. Estar centrado en sí mismo es la más grande molestia
para la felicidad y la iluminación. Si uno practica el Dharma
encuentra protección al disturbio de la actitud centrada en uno
mismo y rápidamente recibe la iluminación.

La muerte es seguida por un estado denominado intermedio (en
tibetano: bar-do), luego del cual renacemos en uno de los seis
reinos. El renacimiento, la vida, la muerte, el estado intermedio,
de nuevo renacimiento: viajamos constantemente en este círculo,
experimentando repetidamente la confusión y el sufrimiento debidos a
concepciones y a visiones impuras. Cuando practicamos el Dharma
sagrado este nos guía y nos protege de las concepciones y visiones
impuras que hacen que siempre permanezcamos atados al sufrimiento
cíclico. Existen muchos niveles a través de los cuales el Dharma
guía y protege a quienes lo practican. El problema está en que
nuestro cuerpo y mente están en la naturaleza del sufrimiento, ellos
no están más allá del sufrimiento. Este es todo el problema. Puesto
que existen en la naturaleza del sufrimiento siempre permanecemos
ocupados. ¿Por qué está el cuerpo en la naturaleza del sufrimiento?
Porque la mente está en la naturaleza del pensamiento. La mente no
está liberada del sufrimiento; no está liberada de las mentes
descontroladas de la ignorancia, la ira, el apego y sus acciones,
karma; en consecuencia, su naturaleza es la del sufrimiento y a su
turno hace que el cuerpo sufra. Es por esta razón que sin opción
alguna el cuerpo está sujeto a los sufrimientos del calor, el frío,
el hambre, la sed, el nacimiento, la vejez, la enfermedad y así
sucesivamente. No necesitamos buscar estos sufrimientos, ellos
vienen a nosotros en forma natural y tenemos que experimentarlos.
Todo esto es debido a que no hemos liberado nuestra mente del
sufrimiento. Delhi no es samsara, el mercado no es samsara. El
samsara son este cuerpo y mente que están en la naturaleza del
sufrimiento, este cuerpo y mente que permanentemente hacen que nos
preocupemos y nos mantienen ocupados. Samsara es que tengamos un
cuerpo y una mente atados por la mente que no ha sido amansada y sus
acciones karmicas.

El samsara es un ciclo, como las ruedas de una bicicleta. Su función
es girar en círculo. ¿Cómo gira? Los agregados (en sánscrito:
skandas), nuestro cuerpo y mente continúan de esta vida a una vida
futura. Ellos unen la vida pasada con la presente y ésta con la
futura. Ellos continúan siempre, por siempre unen una vida con la
siguiente. Ellos crean un círculo que por siempre permanece como las
ruedas de una bicicleta, siempre yendo a lugares diferentes. Tú eres
el sujeto que gira en círculos, como la persona que maneja la
bicicleta. El ser es como eso. Hacemos círculos de vida en vida
renaciendo de acuerdo a la forma como hemos vivido nuestras vidas,
el karma que hayamos creado y el estado general de nuestra mente.
Dependiendo de estos factores renacemos como animal, como humano,
como dios, en el infierno, etc. Nuestros agregados nos llevan
consigo tal como un caballo lleva a su jinete.

El problema radica en que a lo largo de todas nuestras vidas
anteriores y desde tiempos sin fin, no trabajamos ni intentamos
liberar nuestra mente de pensamientos descontrolados y del karma.
Consecuentemente nuestros mente y cuerpo están todavía viviendo en
la naturaleza del sufrimiento experimentando los mismos problemas
una y otra vez. Si ya nos hubiésemos liberado de este karma y de
estas mentes sin control, sería para nosotros imposible experimentar
de nuevo el sufrimiento. Una vez te has liberado del sufrimiento del
samsara, del cautiverio del karma y de la mente que no ha sido
entrenada, nunca más se vuelve a sufrir; no quedaría en ti una causa
que te hiciese caer en el sufrimiento. Si ya antes te hubieses
liberado no habría razón para que ahora sufrieses, tu cuerpo y mente
no estarían viviendo en la naturaleza del sufrimiento. Si no tenemos
un cuerpo samsárico no hay razón para tener una casa, ropa, comida y
otras necesidades temporales. No sería necesario que nos
preocupásemos, ni tampoco hacer planes ni coleccionar muchas
posesiones materiales, andar a la caza del dinero, tener cientos de
prendas diferentes para vestirnos según la estación, tener cientos
de pares de zapatos, hacer negocios y así sucesivamente. No
existiría ninguno de estos problemas. Pero nosotros sí tenemos un
cuerpo samsárico lo que hace que toda nuestra vida desde el
renacimiento hasta la muerte se mantenga ocupada cuidándole.

El Lama Tsong Khapa, un muy alto yogui tibetano reconocido como la
personificación de Manyushri el Buda de la Sabiduría, escribió sobre
el Sendero desde su propia experiencia personal: "si uno no piensa
en la evolución del samsara uno no sabrá cómo cortar la raíz del
samsara". Para dar un ejemplo digamos que hay una persona que
permanentemente está enferma porque come la comida equivocada.
Mientras no reconozca el error que está cometiendo en su dieta -la
causa de su enfermedad- continuará estando enfermo no importando
cuantas medicinas tome. Similarmente, si no comprendemos los
patrones evolucionistas del samsara no tendremos la posibilidad de
recibir la paz del nirvana que estamos buscando. Para esto hemos de
cortar la raíz del samsara y para hacerlo hemos de conocer los
métodos apropiados. Esto significa que debemos reconocer el proceso
samsárico, las causas para que nuestro ser se mantenga atado a este.
Tenemos que darnos cuenta de lo que nos ata al samsara y luego,
generar aversión a este y renunciar a las causas de la existencia
samsárica. El Lama Tsong Khapa concluyó el verso anterior
diciendo: "Yo, el yogui, así lo he practicado. Te pido a ti, que
buscas liberarte que hagas lo mismo". Fue así como nos dio sus
consejos este gran yogui que realizando el sendero alcanzó la
iluminación. Es muy importante que primero, queramos liberarnos del
samsara luego, tenemos que reconocer las leyes de evolución del
samsara, finalmente, tendremos que cortar su raíz.

Para comprender la evolución del samsara tenemos que comprender los
doce eslabones del origen interdependiente, o surgimiento
dependiente. Estos doce eslabones explican con claridad cómo es que
damos vueltas en el samsara. ¿Cómo fue que se originó nuestro
presente samsara (estos agregados que viven en la naturaleza del
sufrimiento)? En una vida pasada, llenos de ignorancia, acumulamos
el karma para nacer con este cuerpo humano. En nuestra vida
anterior, justo en el momento en que íbamos a morir, un segundo
antes de que muriésemos y no queriendo dejar el cuerpo ni queriendo
tener que separarnos de esta vida, surgió en nosotros el ansia y el
aferramiento. Luego nacimos en el estado intermedio y enseguida de
este, nuestra conciencia entró en el vientre de nuestra madre. El
óvulo fertilizado creció y los demás sentidos se fueron
desarrollando gradualmente. Luego llegaron el contacto y las
sensaciones consecuentes. Luego ocurrió nuestro renacimiento,
envejecimos y todo lo que queda en nosotros es la experiencia de la
muerte.

En esta vida, desde el momento de nuestro nacimiento hasta el
momento de nuestra muerte no existe paz. Como seres humanos que
somos, continuamente vivimos muchos sufrimientos: el sufrimiento de
nacer; no estar satisfechos con nuestra situación; tener que
encontrarnos con experiencias no deseables; tener preocupaciones;
estar temerosos de perder objetos que nos atraen; perder nuestros
amigos, parientes y posesiones materiales; la enfermedad; la vejez y
la muerte. Todos estos problemas provienen del karma y el karma
viene de la ignorancia. Por lo tanto, la raíz una del samsara es la
ignorancia, la ignorancia de confundir la naturaleza del "yo", el
ser, el cual está vacío de existencia verdadera. Aun cuando
este "yo" está vacío de existencia verdadera, nosotros por completo
creemos que de verdad existe. La ignorancia es la causa de todo
sufrimiento. Recibimos el nirvana cortando está ignorancia, la raíz
del samsara. Sin hacer esto no hay modo de lograr el nirvana.

Con el objeto de remover completamente la raíz del sufrimiento
samsárico y recibir el nirvana tenemos que seguir un sendero
verdadero. Si no queremos experimentar sufrimiento verdadero
deberemos cortar la causa verdadera del sufrimiento. Una vez que
hemos cortado y removido esta raíz se logra el nirvana. Sin embargo,
esto no es suficiente pues tan solo un individuo ha sido
beneficiado. Existe un número infinito de seres sensibles y todos
ellos han sido nuestra madre, padre, hermana y hermano en
incontables vidas anteriores. No existe ni un solo ser sensible que
en una u otra vida, no haya sido amable con nosotros. Incluso en
esta vida mucha de nuestra felicidad nos llega dependiendo de la
bondad de otros. No sólo de humanos; muchas criaturas trabajan
fuertemente y sufren por nuestra felicidad; muchos mueren o son
asesinados por nosotros. Por ejemplo, con el fin de producir arroz
en el campo, muchas criaturas son muertas, muchas personas trabajan
y sufren bajo el sol y así sucesivamente. La felicidad de cada día
de nuestra vida depende por completo de la bondad de otros seres que
sienten. En nuestra condición de seres humanos tenemos la
oportunidad de devolverles su bondad. Ellos son ignorantes y están
ciegos a la sabiduría del Dharma. Tenemos las oportunidades dadas
por el Dharma sagrado, la oportunidad de comprender la naturaleza de
la realidad y de ayudar a todos los seres que tienen conciencia.
Tenemos la oportunidad de alcanzar la iluminación y de liberarlos
del sufrimiento.

Pensemos así: "debo alcanzar la iluminación con el objeto de
beneficiarlos. Los seres sensibles han sido extremadamente
bondadosos conmigo y me han beneficiado muchísimo. Ellos están
sufriendo. Estos seres que sienten, quienes todos han sido mis
madres en muchas vidas anteriores, están sufriendo. Yo, su hijo,
debo ayudarles. Si no les ayudo ¿quién lo hará? ¿Quiénes les
ayudarán a alcanzar la iluminación y a liberarse del sufrimiento?
Para hacer esto, debo yo primero recibir la iluminación, debo
volverme un Buda. Debo realizar la mente omnisciente; luego mi
cuerpo, palabra y mente sagrados se volverán más efectivos. Cada
rayo de luz proveniente del aura de un cuerpo sagrado puede liberar
muchos seres sensibles e inspirarles en el sendero hacia la
felicidad, el nirvana y la plena iluminación. Debo volverme un Buda
para liberar a todos los seres sensibles".

El sendero es el Dharma sagrado. La esencia del sendero es el buen
corazón. El más grande, él más alto buen corazón es la bodichita, el
pensamiento de querer convertirse en un Buda con el fin de liberar
del sufrimiento a todos los seres sensibles. Este es el buen corazón
supremo. Esto es lo que nosotros debemos generar.










Lama Zopa dio esta enseñanza en el centro Tushita el 4 de julio de
1979. Editada por Nicholas Ribush con Glenn H. Mullin, Mahayana
Publications, Nueva Delhi, 1981. Tomada de la revista MANDALA de la
FPMT y traducida al castellano por miembros voluntarios del Centro
de Meditación Budista Yamantaka en Bogotá, Colombia.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Las 6 perfecciones como antídoto del Ego


       Una vez comprendidas las 6 perfecciones en su exposición básica y analizado como el Ego es aquello que nos impide ser felices, vamos a analizar el como las 6 perfecciones nos ayudan a superar la actitud auto-centrada y egocéntrica del autocomplaciente ego.
       La felicidad no puede darse al mismo tiempo que el sufrimiento, solo uno de los dos tiene cabida en una persona en un mismo momento. El Ego, sus hábitos, sus apegos, sus aversiones, sus  tradiciones, sus costumbres, sus necesidades, gustos y tendencias son lo que nos hace tener sufrimientos. La mente omnisciente que yace debajo del Ego, no tiene ninguna de estas características. La mente no tiene necesidades, ni hábitos, ni sigue tradiciones, ni tiene apegos ni aversiones ni todo lo demás. La mente es quietud, bienestar, silencio, paz, armonía y claridad, por lo que se le llama luz clara.
        Así en forma natural la mente omnisciente es generosa, paciente, tolerante, concentrada, sabia y tiene una conducta moral pura. Su natural generosidad es amorosa hacia todos los seres, motivo por el cual su actitud positiva mantiene un entusiasmo espontáneo de proseguir en el camino del bien y mientras se mantenga en la existencia realiza acciones que favorecen a los demás seres. No persigue su bienestar personal por que la ausencia de su ego no le impele a buscar auto gratificarse.

        La mente tiene que tomar el mando y  controlar las tendencias del EGO de la misma forma en que el domador de tigres toma la rienda de la educación de esa bestia que de otra manera resulta dañina para los seres que le rodean. La persona cuyo Ego actúa en la vida cotidiana sin entrenamiento, sin estado de alerta, es como el León, dañino para los demás. 


         Profundizando en las 6 perfecciones presentamos los siguientes aspectos:


1.     La Generosidad. Hay 2 formas de realizar esta practica: Hacia lo bajo y hacia lo alto.
   Las ofrendas hacia lo alto: Es el otorgar ofrendas hacia lo superior por lo cual se acostumbran las ofrendas que pueden ser de diversos tipos. Hay ofrendas reales como velas, incienso, agua, perfumes, sonidos de campanas, tambores, caracoles etc., según la línea religiosa que uno siga. Otra opción es el de las ofrendas visualizadas, en las que uno visualiza ofrecer las cosas mas maravillosas que existen en el universo. 

   Las ofrendas hacia lo terreno:  Es la practica de la generosidad hacia los seres necesitados, así como ofrendas de conocimientos, de salud, de vida, de tiempo, de paciencia, etc., en el que uno hace un esfuerzo por otro ser que de alguna manera necesita nuestra ayuda. Por ejemplo: dar enseñanzas a alguien que lo solicita, ayudar en la curación de una persona, dar nuestro tiempo a un servicio voluntario, tenerle paciencia a una persona difícil,  asistir a un anciano, cuidar a un niño, dar agua a una planta, dar de comer a un animal, sembrar alimentos que van a ingerir muchas personas, etc.

    Desarrollo de DONES hacia lo terreno:  

       a.Don de caridad: Hay 4 tipos de dones caritativos: dar de comer a los hambrientos, de beber a los sedientos, vestido a los que no lo tienen, bienes a los indigentes.

       b. Don de la Protección: Ofrecer un refugio a los que tienen algún temor, dar medicinas a los enfermos, etc.

       c. Don del amor: Actitud de reconfortar a los que son desdichados, etc.

       d. Don del Dharma. Otorgar enseñanzas a quien las solicita. Recitar oraciones a los que están en problemas, a los moribundos o enfermos.


2.     La moralidad.

Habitualmente el Ego en su actitud de complacer sus deseos y auto-satisfacerse muchas veces pasa por encima de otros sin importarle si los afecta o no. Así al mantener una actitud de pureza y auto-alerta, evita no solo dañarse a si mismo generándose energía negativa que acumula internamente sino además evita lastimar a otros. Con la practica de la moralidad se desarrolla el estado de alerta para evitar afectar a los demás.
       Moralidad implica los siguientes 5 puntos:

      NO MENTIR ya que al falsear la verdad, cuando las personas se percatan de la falsedad, se dañan las relaciones interpersonales, los demás se ofenden  y se enojan o incurrimos en alguna violación de la ley. Cuando hay algo que esconder en nuestros actos es por que algo de lo que hacemos no es correcto, lo cual debe analizarse. Por eso es importante tratar de ser transparentes y viajar en la vida con rectitud siguiendo las normas y reglamentos socialmente y oficialmente impuestos por los países en que nos encontremos, esto por el beneficio de todos los involucrados.

      NO MATAR: En la vida cotidiana la mayoría de los seres matan de 3 formas principales: Por gratificar su paladar, por necesidad de alimentarse, por rechazar al ser que matan ya sea humano o del reino animal. Cuando matamos por necesidad de alimentarnos por que no hay opción de otros tipos de alimentos, es una acción que parte de la cadena alimenticia, como en el Tibet donde debido a la altitud no crecen vegetales y la alimentación depende de los animales. Sin embargo en lugares donde  si pueden crecer diversidades de alimentos vegetales, no hay necesidad de matar a los animales lo cual se hace ya mas bien por gusto. Quitar la vida de un ser por gusto, por placer es algo que hay que analizar muy bien ya que si un caníbal nos pone en la olla por que resultamos muy “apetitosos” no nos parecería correcto. El derecho y el respeto a la vida es algo muy delicado.
    Cuando matamos por aversión ya sea a otras personas o incluso a insectos, es por que nos consideramos superior a los otros y con derecho a decidir por su vida. El Ego entra en pánico muchas veces por insectos o animales que no son dañinos y sin considerar que son seres que tienen tanto derecho a vivir como nosotros mismos, simplemente de un zapatazo acabamos con su vida con la mayor crueldad. El Ego considera que YO soy mas importante que ese insecto y merece morir por que desagrada a mi EGO. Mucha importancia personal. El corazón amoroso y compasivo, considera importantes a todas las criaturas ya que todos tenemos el mismo derecho a la vida y respetamos la forma de existencia de los demás. Si alguna pequeña criatura se encuentra en un lugar inconveniente, se le puede transportar a otro sitio simplemente, sin crearle daño.

   NO ROBAR: Uno de los principios habituales del ego es desear para sí los bienes o beneficios que poseen  los demás. No solo no se alegra por las cosas buenas que tienen los demás, sino  que por el contrario, se enoja de que los demás posean algo que el no tiene y entonces idea la forma de sustraerlo. Todo esto a veces pasa de formas tan sutiles que nos son imperceptibles. Aunque la persona sustraída no se percate del hecho, en mayor o menor medida le afectara. El Ego no piensa en el daño que hace a la otra persona, sino en el beneficio que obtendrá. Pensar en los demás no esta en el lenguaje del Ego.
 Al empezar a domar al EGO y someterlo, como un caballo salvaje, tratara de defenderse. Esta defensa la hará con los mejores argumentos en contra ya que por ningún motivo quiere dejar de cometer estas acciones a las que esta habituado. En esa etapa solo hay que dejar que la mente lo observe mientras parlotea y cuando haya terminado simplemente sigues con tu decisión de pensar por el beneficio de los demás seres. Luchar contra el Ego es un pleito interminable y la violencia engendra mas violencia, mejor es observar y callar, mientras se continua por el camino recto.



     NO TENER ACTIVIDAD SEXUAL INADECUADA. El sexo es una de las máximas formas de expresión del ego. Las conductas sexuales  inadecuadas, son  cuando alguien sale perjudicado o lastimado. El Ego en este sentido tiene pasiones muy fuertes que lo ciegan cuando desea obtener auto-gratificación sexual. Es capaz de forzar a la otra persona (aunque sea su pareja de matrimonio) para realizar los actos sexuales que su Ego le impele. Es una de las áreas mas difíciles de sometimiento para el Ego ya que siempre encuentra sus caminos para lograr sus caprichos. El ego quiere poseer, no importa a que precio. Quiere su satisfacción y no quiere que nadie se interponga en su camino, ni siquiera la persona con quien realiza el acto sexual. No le importa ni el placer ni el dolor de la otra parte. Solo quiere satisfacción. Aquí domar al tigre es una de las partes mas difíciles, pero cuando el adepto logra manejar sus bajos instintos con la fuerza de su voluntad, si logra tener relaciones sexuales equilibradas, dentro del marco de la moralidad y derivar esas energías hacia el bien, obtiene los mayores resultados que podría esperar en su evolución espiritual. En este caso la actitud amorosa y el respeto, es un punto fundamental.

      NO INTOXICARSE: El ego busca los estados alterados de conciencia tanto para auto-complacerse a un grado mayor, así como para desinhibirse del auto-control y atreverse a realizar sus fantasías, de tal manera que mas fácilmente se pueden cometer los mencionados actos no virtuosos anteriormente mencionados. La mayor parte de las substancias que intoxican, incluyendo al tabaco, tienen en mayor o menor medida un grado de afectación al cuerpo físico y eso es algo muy grave ya que es el vehículo físico aquello que nos permite avanzar espiritualmente. Cualquier daño al cuerpo físico, hace que se dañe la capacidad de avance espiritual y es un atentando muy grave que nos estanca en los niveles inferiores de evolución. En el proceso de domar al tigre este se enojara por suprimir las substancias habituales, lo que muestra el nivel primitivo de su conciencia.


3.     LA PACIENCIA

Una de las formas mas comunes de tener que controlar al ego es con la actitud complaciente y tolerante tanto hacia las demás personas, como hacia las situaciones que nos rodean y hacia la vida misma, incluyendo el ascenso espiritual. No por leer que existe la iluminación nos vamos a iluminar mañana, ni por leer que existe el ego este va a desaparecer de inmediato.  No por desear tener una casa, la vamos a obtener mañana. El ego todo desea y además debe ser al momento, no después. Sus deseos son tan intensos que deben ser satisfechos ya. Aplicar el antídoto de la paciencia contra el Ego es una de las formas mas eficaces de domar al tigre. Necesitamos la fuerza y la habilidad del tigre para domar su propia bestialidad.


4.     EL ENTUSIASMO: 

Es el Ego, el que quiere botar la toalla, el que se deprime, el que se ofende, el que alberga resentimientos...El entusiasmo es la fuerza que nos impele a seguir avanzando en el sendero espiritual hasta encontrar nuestro punto de equilibrio, la armonía perfecta, la paz interior, el estado de contento inalterable e independiente de las circunstancias que nos rodean. Cuando las cosas alrededor no parecen ser favorables, ya sea por que alguien nos ofendió, por que nos sentimos rechazados, maltratados, deprimidos, fácilmente entramos en un estado de apatía que nos impide avanzar. Es el Ego que como no se siente adecuadamente gratificado ni adecuadamente reconocido por los demás o por las circunstancias, se ofende. La mente nunca, por ningún motivo se ofenderá. La mente no tiene capacidad para resentimientos, la mente no conoce la tristeza, por que la tristeza solo surge en la persona que tiene la visión únicamente enfocada hacia sí misma. Esos sentimientos negativos son los que generan las enfermedades, cuando repleto de emociones negativas el Ego proyecta al organismo, esa negatividad y entonces aparece el desequilibrio de la salud. Ninguna persona plenamente feliz se enferma; entre mas severa la enfermedad, mas refleja el tamaño del ego.


5.     LA CONCENTRACION.

           El Ego se manifiesta antes de la acción, en el pensamiento. La mayoría de los pensamientos giran alrededor del YO y el MI. Cuando el domador toma la silla y ve de frente al tigre, lo primero que hace es acallar el pensamiento y ponerse alerta. Los pensamientos, si los observamos están impregnados de nuestras emociones negativas. Llenos de miedos, de ambiciones, de quejas, etc., en un interminable dialogo interior. Nuestros sueños no son mas que la continuación de ese parloteo mental que no se detiene ni un minuto  en todo el día, tal vez solo se detiene en un segundo mientras estornudamos o al bostezar; pero en cuanto el estornudo se acaba, el parloteo se reanuda. Escuchar ese parloteo es la mejor forma de conocer al Ego y aplicar los antídotos para controlarlo. Aquietar el pensamiento es una practica indispensable para limpiar las capas que nos impiden llegar hasta la mente omnisciente. Ahí es donde comienza la meditación. Las técnicas mas básicas son simplemente sentarnos a observar los pensamientos.  Conforme se va domando al tigre, el ego se va debilitando, permitiendo que la mente omnisciente vaya surgiendo de las profundidades y entonces por fin observamos al sabio, al iluminado que todos llevamos dentro...
           Importancia de la meditación: Los órganos de los sentidos son la principal fuente de auto-gratificación del ego, por lo que en la meditación, se suspende toda percepción de los sentidos para concentrar la atención hacia el interior y hacer contacto con la mente.


6.     LA SABIDURIA.

           Una vez que el Ego queda desplazado y deja de ser quien toma el mando de la vida del individuo, la mente Omnisciente surge quedando en primer plano y se percibe con toda claridad y lucidez  la verdadera naturaleza de todos los fenómenos denominado “percepción de la Vacuidad”. Y con esto aparece un natural antídoto contra todos los estados negativos de la mente habituales. Este estado de la mente junto con el estado de contento y alegría que también surgen en forma espontánea de la mente omnisciente, purifican todas las negatividades acumuladas por acciones negativas cometidas en el pasado; y una vez llevado esto a cabo en su totalidad se alcanza el estado de iluminación que es la estabilidad permanente del ser en quien se manifiestan las cualidades superiores de la mente como son la clarividencia, la omnisciencia, así como el desarrollo de  todos los dones  conocidos en la humanidad.

El ego es el único obstáculo para lograr ese maravilloso estado de perfección; por lo tanto es el blanco de todo trabajo espiritual profundo.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Los tres principales aspectos del camino - Je Tsongkhapa / Dalai Lama


Comentario breve sobre Los tres principales aspectos del camino  de Je Tsongkapa

Su Santidad el decimocuarto Dalai Lama



Introducción

En vista de que estamos aquí, en un lugar especial, es preciso asentar una motivación especial: la aspiración de la bodichita para alcanzar la iluminación en beneficio de todos los seres. Esto necesita ser totalmente sincero. El Buda mismo alcanzó la iluminación por el poder de su aspiración pura por alcanzar la bodichita. Todas sus cualidades y logros dependían de esa motivación iluminadora. Para alcanzar el mismo logro, necesitamos recitar versos de aspiración para desarrollar tal estado mental tanto como sea posible e incrementarlo siempre.

Estos últimos días hemos construido fuerzas positivas (mérito) a través de estas enseñanzas. Continuemos el día de hoy con los Tres principales aspectos del camino de Jey Tsongkapa. Estos tres se refieren a la renuncia, a la bodichita y al correcto entendimiento de la vacuidad.

La renuncia se basa en la actitud con la cual alejamos a nuestra mente por completo de todo deseo samsárico, de la existencia incontrolablemente recurrente. Alcanzar la liberación depende de tener este tipo de renuncia. La bodichita es la actitud o la intención de alcanzar la iluminación en beneficio de todos los seres limitados (seres sintientes). El correcto entendimiento de la vacuidad se refiere a la realización de la verdadera y perdurable naturaleza de la realidad.

Con respecto al correcto entendimiento de la vacuidad, de la realidad, de la existencia no inherente, si lo sostiene una mente de renuncia, trae consigo la liberación. Produce la liberación al eliminar los oscurecimientos que impiden alcanzarla, a saber, las emociones y las actitudes perturbadas, los factores mentales que nos mantienen atados a la existencia compulsiva del samsara. Si la comprensión de la visión correcta de la vacuidad es sostenida por una mente de bodichita, también elimina los oscurecimientos relativos a todo lo conocible, los cuales impiden la omnisciencia, a saber, los hábitos del aferramiento a la existencia real e inherente. Eliminar estos hábitos trae consigo el logro de la iluminación. Por lo tanto, un correcto entendimiento de la vacuidad es el principal oponente que destruye los dos pares de oscurecimientos y se apoya, ya sea en la renuncia, o tanto en la renuncia como en la bodichita.

Las enseñanzas hinayana suponen renuncia y correcto entendimiento de la vacuidad para alcanzar su meta: la liberación. Las enseñanzas mahayana añaden la bodichita para eliminar los oscurecimientos por completo. Por ello, los tres principales aspectos del camino – renuncia, bodichita y vacuidad – incorporan la esencia de todas las enseñanzas hinayana y mahayana.

Nuestros famosos tantras, que abordan el profundo tema de los cuerpos sutiles, vientos de energía, canales de energía y gotas de energía, también tienen su fundamento en los tres principales aspectos del camino (renuncia, la aspiración extremadamente firme de la bodichita y un completo entendimiento de la vacuidad tal como lo enseñaron Nagáryuna y sus dos hijos espirituales). Además de esto, en el tantra basamos nuestro orgullo o dignidad en el potencial de lo que podemos alcanzar con los vientos sutiles y la conciencia. En este sentido, sostenemos la dignidad ya sea de un cuerpo de forma o de un cuerpo de buda de conciencia profunda del Darma, o de ambos. Aunque en realidad no tenemos estos cuerpos de un buda al momento de la práctica, basados en nuestra firme aspiración de la bodichita para alcanzar este estado iluminado en beneficio de todos los seres limitados, nos volvemos gradualmente capaces de alcanzarlos. Podemos alcanzarlos a través de las prácticas de mantener la dignidad de estos cuerpos de un buda.

Por lo tanto, los tres principales aspectos del camino son la base de todos los caminos del sutra y del tantra. En cualquier caso, es preciso que siempre tratemos de seguir una práctica combinada de método y sabiduría, tratando de ayudar a otros, construyendo fuerzas positivas, y así sucesivamente.

Este texto en particular es bastante pequeño, consta tan sólo de unos pocos versos. Primero lo estudié con Tagtra Rimpoché y después con muchos otros, incluyendo a Trijang Dorjechang. Necesitamos asentar una motivación adecuada para escuchar estas enseñanzas. Si asentamos un corazón amable como nuestra motivación, este será la fuente de toda felicidad. Si no tenemos un corazón bondadoso y en lugar de ello somos arrogantes, pretenciosos y demás, esto sólo traerá infelicidad y dificultades. Los efectos en vidas futuras de cualquiera de las dos opciones, ya sea que seamos personas cultivadas y amables o bien, seres duros y groseros, se verá en términos de nuestra conducta en esta vida. Incluso si no aceptamos la existencia de vidas futuras, tener un corazón amable o bien ser grosero y ordinario, nos traerá felicidad o infelicidad en esta vida, según sea el caso.



Ser una persona amable y gentil

Lo más importante es nuestra conducta diaria. Incluso si no existieran las vidas futuras, no nos hace daño ser gentiles; ayuda en nuestra vida diaria. Si hay vidas futuras nos beneficiaremos aún más de ser personas amables y gentiles. Así que sean amigables, amables unos con otros, no sólo en teoría. Necesitamos hacerlo con las personas reales y en las situaciones reales con las que nos encontremos en la vida cotidiana. Esta es la esencia del Darma y no es difícil hacerlo. No es algo que podamos comprar en una tienda, sino algo que practicamos nosotros mismos.

Veamos, por ejemplo, a los chinos. Son objetos adecuados para nuestra compasión. No saben lo que está bien o mal; no conocen las consecuencias de sus actos, así que necesitamos ser compasivos con ellos. Ustedes mismos, todos necesitamos tratar de ser amables y refinados. Veamos a los bebedores de cerveza o alcohol en general (esta es una muy mala costumbre). Se emborrachan y se vuelven escandalosos, groseros, rudos, y causan muchos problemas. El Buda dijo que como consecuencia de beber alcohol, muchas veces cometemos acciones destructivas de cuerpo, palabra y mente. Por ello, no es nada bueno beber alcohol.

Lo mismo aplica para fumar. Aunque el Buda no se refirió a ello específicamente y en sus enseñanzas no se mencionan sus desventajas concretas, lo que escuchamos que dicen los doctores en Occidente es que fumar es extremadamente peligroso para nuestra salud. Si fumar tuviera algún propósito en particular, quizás estaría bien. Pero si no tiene ninguno, como es en la mayoría de los casos, es mejor no hacerlo. Lo mismo es con el tabaco rapé y este tipo de cosas, es mejor no usarlas para nada.

De esta forma, en la medida en la que abandonemos estos hábitos groseros, nos volveremos personas cada vez más gentiles, más cultivadas y refinadas. Mientras más podamos hacer esto, mejor. Si vemos a otros caballeros y damas, necesitamos regocijarnos en su ejemplo y tratar de volvernos tan gentiles y cultivados como podamos. ¿Se entiende esto? Tener cada vez más presencia mental para ser gentiles, cultivados, amorosos, y tener un corazón cálido. Vean las desventajas de ser groseros, escandalosos, egoístas y toscos. Necesitamos recordarlo siempre. Si tenemos un corazón amable, tendremos felicidad, buena fortuna, salud y paz mental. Esto me ayuda mucho en mis propias cavilaciones. Todos somos iguales; todos deseamos la felicidad; así que todos necesitamos hacer lo mismo; ser gentiles y amables.

Vean a quienes han venido desde el Tíbet. No insisten en todas las dificultades que han tenido en los últimos veintitantos años, ni dicen: “Qué desdichados somos”, ni sienten lástima de sí mismos. En lugar de ello, vienen muy interesados en el Darma. Los tibetanos que hemos vivido aquí también necesitamos evitar guardarle rencor a los chinos. Necesitamos sentir cuán afortunados somos de haber tenido la oportunidad de estar en India y practicar el Darma. Conozco a muchos que fueron oprimidos por los chinos, hechos prisioneros y que careciendo de entrenamiento budista alguno, se volvieron locos de odio y coraje. Así que es muy importante no enojarse de esa forma y, en lugar de ello, ser cultivados y tratar de abrigar un corazón amable. Marcará una gran diferencia en el momento de nuestra muerte.

Veamos el ejemplo de Hitler. A pesar de haber sido tan poderoso durante su vida, lo sobrecogió el odio; estaba tan desesperado y era tan infeliz que se suicidó tomando veneno. De la misma forma, Stalin murió en un estado de gran miedo y Mao Zedong falleció en medio de grandes dificultades. Por ello es importante ser amables y tener un corazón cálido toda nuestra vida. Así, cuando muramos, lo haremos con paz mental.

En todos los países por los que he viajado, he enseñado exactamente lo mismo. Sin importar si estoy en Occidente o incluso en la Unión Soviética, les aconsejo que tengan un corazón bondadoso, que sean amigables con todos sin hacer diferencias de ningún tipo: ser igualmente amables con todos. Cada vez que voy a diferentes lugares, veo gente de muchas razas, colores, nacionalidades, religiones y pienso que todos somos personas. Si nos tomamos el tiempo para hablar con ellos, nos daremos cuenta de que todos tenemos los mismos valores humanos básicos. Todos queremos ser felices y nadie quiere sufrir. Entonces, todos necesitamos tratar de ser amables y de tener un corazón bondadoso.

¿Se entiende esto? Lo que estoy diciendo no es difícil de entender, ¿o sí? ¿Me comprenden? Sean personas amables. Han venido aquí a Bodh Gaya y han recibido enseñanzas de Darma del Dalái Lama. Este es mi mensaje principal, sean personas amables. Así que ahora levanten bien sus orejas como conejos y escuchen las enseñanzas de los Tres principales aspectos del camino de Jey Tsongkapa.


Características especiales del texto

Tsongkapa nació en Amdo y fue a estudiar con muchos maestros en las provincias tibetanas centrales de U y Tsang. Estudió tanto sutra como tantra y alcanzó la realización total. Escribió dieciocho volúmenes de enseñanzas que son excelentes y que fueron extraídas profusamente de las fuentes de diferentes textos y comentarios indios. Dirigió este texto específico a uno de sus discípulos más cercanos, Ngawang-dragpa (Ngag-dbang grags-pa).

Existe una ligera diferencia entre el estilo de enseñanza de Tsongkapa en este texto de Los tres principales aspectos del camino y el Lamrim o Camino Gradual. En el primero, la explicación de la renuncia se hace en dos partes. La primera es alejarnos de nuestra obsesión por esta vida mediante el recordatorio de nuestro precioso renacimiento humano y de la impermanencia. La segunda es alejarnos de nuestra obsesión por las vidas futuras recordando la naturaleza de sufrimiento de todo el samsara. Se hace muy poco énfasis en tomar una dirección segura (refugio). En el Lamrim, por otro lado, se aborda la discusión de los tres niveles de motivación. Debido a que ser una persona del nivel inicial es la base para los niveles superiores, primero se desarrolla el interés por obtener vidas futuras benéficas y dentro de este contexto se incluyen las enseñanzas en torno a tomar una dirección segura. Hay una ligera diferencia, ¿no es así?



Empecemos con el texto.


Verso de homenaje, promesa de serenarse, y exhortación a escuchar atentamente. 

Me postro ante mis impecables lamas ennoblecedores.

El término ennoblecedor e impecable en tibetano es “jetsun” (rje-btsun), lo cual tiene la connotación de aquél o aquella que ha volteado la espalda a todas las cosas del samsara y está totalmente dedicado a la liberación. “Lama” se refiere a una persona superior en el sentido de alguien que posee tanto la bodichita como un correcto entendimiento de la vacuidad; se encuentra en un estado supremo de iluminación. En este sentido, impecables lamas ennoblecedores hace referencia a los maestros de Tsongkapa que le enseñaron el lamrim, y especialmente a su poco común maestro, Manyushri.

El siguiente es el verso de la promesa de serenarse.

(1) Intentaré explicar lo mejor que pueda,
el significado esencial de todos los pronunciamientos textuales de los triunfantes,
el camino alabado por los descendientes consagrados de los triunfantes,
el pasaje para los afortunados que desean la liberación.


El significado esencial de todos los pronunciamientos textuales de los triunfantes se refiere a la renuncia. El camino alabado por los descendientes consagrados de los triunfantes, en otras palabras los bodisatvas, se refiere a la bodichita. El pasaje para los afortunados que desean liberación es el entendimiento de la vacuidad, lo cual trae liberación. Entonces, en la promesa de serenarse, el autor establece que explicará estos tres principales aspectos del camino. Intentaré explicar lo mejor que pueda significa que lo hará de forma tan abreviada como sea posible.

(2) Escucha con mente clara, ¡oh afortunado!
cuya mente se fía del sendero
que agrada a los triunfantes
al estar desapegado a los placeres
de la existencia compulsiva
y deseoso de hacer significativa tu vida
de libertades y factores enriquecidos.


Esta es la solicitud de escuchar atentamente. Muestra el tipo de motivación que necesitamos tener al escuchar estas enseñanzas. El sendero que agrada a los triunfantes es uno libre de errores y completo, sin falta alguna. Cuando seguimos tal camino libre de errores y completo, los budas se sienten complacidos.



La conexión entre los tres caminos

La verdadera explicación del cuerpo principal del texto está dividida en tres: la explicación de la renuncia, de la bodichita, y del correcto entendimiento de la vacuidad. Estos tres constituyen estadios graduales de entendimiento.

Mientras más fuerte sea nuestra renuncia a las tan llamadas buenas cosas del samsara, más fuerte será nuestra compasión por otros. Por ejemplo, en las estaciones del ferrocarril en India, vemos a hombres ciegos, a personas a las que les falta algún miembro, mendigos y demás. Y es relativamente fácil desarrollar compasión por ellos. Pero si no tenemos renuncia, cuando llegamos, por ejemplo, a una ciudad grande, en lugar de compasión sentimos envidia de las cosas que vemos u orgullo por lo que sí tenemos. Por otro lado, si estamos familiarizados con la renuncia y tenemos la idea de que las llamadas cosas buenas del samsara son, en última instancia, insignificantes, si vamos a un lugar como Nueva York, por ejemplo, y vemos a todas aquellas personas, nuestro primer pensamiento instintivamente será de compasión por ellos.

La renuncia tiene dos direcciones. Por un lado, menospreciamos al sufrimiento del samsara, no tenemos interés alguno en él, nos desagrada y deseamos liberarnos completamente de él. Por otro lado, admiramos la liberación y deseamos alcanzarla. Mientras más fuerte sea esta actitud encontrada, mayor será nuestra aspiración por la bodichita, la cual también tiene dos direcciones, hacia arriba y hacia abajo. Basados en esto, si tenemos un correcto entendimiento de la vacuidad, podremos ser capaces de alcanzar la liberación o iluminación.

El correcto entendimiento es en términos de las dos verdades, que siguen de Las Cuatro Verdades Nobles. El Buda, quien es nuestro guía en la dirección segura, enseñó el Darma con su discurso. Específicamente, enseñó las cuatro verdades y las dos verdades, las cuales son infalibles. Nunca son falsas.

Por ello, es muy importante comprenderlas y alcanzarlas. Con bodichita y el correcto entendimiento de la vacuidad obtenemos el estado omnisciente de un buda. La sola renuncia nos da la liberación. En este texto, la discusión es primero en torno a la renuncia.



Renuncia


(3) Ya que tomar un intenso interés en los frutos del samsara
del océano de la existencia compulsiva, sin renuncia pura
no es un método para (alcanzar) la paz (la liberación)
-de hecho, al anhelar lo que se encuentra en situaciones compulsivas
los seres limitados están completamente atados -
primero, esfuérzate en la renuncia.


La frase renuncia pura se menciona aquí. La renuncia debe ser pura en el sentido de no tener interés alguno en las glorias o en las llamadas cosas buenas del samsara. Si carecemos de tal renuncia pura y estamos totalmente obsesionados con preocupaciones mundanas, no hay manera alguna de alcanzar la liberación. Si tenemos deseo y apego, no importa cuánto karma positivo hubiésemos generado, no seremos capaces de cortar la raíz de los renacimientos incontrolablemente recurrentes. Por lo tanto, necesitamos desarrollar la renuncia. ¿Cómo desarrollarla?

(4) Al acostumbrar tu mente a que no hay tiempo que perder
cuando una vida de libertades y riquezas es tan difícil de encontrar,
aléjate de tu obsesión por las apariencias de esta vida.
Al pensar una y otra vez en los problemas
del renacimiento recurrente
y en que (las leyes de) causa y efecto conductual
son infalibles,
aléjate de tu obsesión por las apariencias
de (vidas) futuras.


Necesitamos pensar acerca del preciado renacimiento humano con sus libertades y riquezas, y también acerca del hecho de que lo perderemos, por su impermanencia, y en cómo la muerte seguramente nos alcanzará. En este sentido, nos daremos cuenta de cuán rara es la oportunidad que tenemos ahora y de cómo no podemos darnos el lujo de desperdiciar ningún instante. Esta es la forma en la que nos alejamos de nuestro interés por sólo concentrarnos en esta vida. En lo que respecta a las libertades y riquezas, y a las enseñazas sobre la impermanencia y la muerte, ya lo hemos discutido en los días pasados al abordar Las treinta y siete prácticas del bodisatva.

Con respecto a la muerte y la impermanencia, hay varios puntos en los que es importante meditar, como el hecho de que la muerte es infalible, mientras que el momento en el que ocurrirá es completamente incierto. La muerte puede ocurrir en cualquier momento y, exceptuando al Darma, nada más puede ayudarnos cuando ocurre. Si no hacemos algo ahora por nuestra muerte venidera y por nuestra vida futura, nadie lo hará por nosotros. Mientras más pensemos en la muerte desde esta perspectiva, más disminuiremos nuestra obsesión sólo por esta vida.

Acto seguido, necesitamos pensar acerca de la infalibilidad de las leyes de causa y efecto del comportamiento, las leyes del karma. Entender la causa y el efecto del comportamiento en todos sus detalles es uno de los aspectos más difíciles. Pero, en forma sencilla, de hacer el bien obtenemos bien, de hacer el mal obtenemos mal: el karma es infalible. Para acciones constructivas, la felicidad es un resultado seguro. Para acciones destructivas, tarde o temprano seguramente experimentaremos sufrimiento.

Entonces, si tenemos las causas para el sufrimiento en nuestro continuum mental, ¿cómo podemos descansar y estar tan tranquilos? Es como una bomba de tiempo: es sólo cuestión de tiempo que explote. Si no removemos esta causa, no podremos descansar en paz nunca. Cuando pensamos cuidadosamente en la causa y el efecto del comportamiento desde esta perspectiva, desarrollamos el fuerte deseo de deshacernos de todas las causas de nuestro sufrimiento.

En diferentes momentos, experimentamos el sufrimiento del nacimiento, la muerte, el envejecimiento y la enfermedad. No importa cuánta medicina tomemos, no podremos curar la vejez ni podremos evitar enfermarnos de vez en cuando. Los sufrimientos del nacimiento, la enfermedad, el envejecimiento y la muerte tienen su origen en el hecho de que tenemos un cuerpo que sufre nacimiento, enfermedad, envejecimiento y muerte. Nuestro cuerpo es una red de agregados manchados (contaminados). En otras palabras, recibimos a nuestro cuerpo manchado de karma y de emociones y actitudes perturbadas. Si no nos liberamos a nosotros mismos de su causa más profunda, siempre experimentaremos sufrimiento.

Nuestro cuerpo es una red de fuerzas conflictivas, contradictorias. Consideremos por ejemplo, las fuerzas de calor y frío en el cuerpo. Si tenemos fiebre, tomamos una medicina que nos refresque, pero si tomamos mucha, contraeremos alguna enfermedad por enfriamiento. Si tomamos alguna medicina para curarnos el enfriamiento, y tomamos de más, nuevamente inclinaremos la escala y tendremos una enfermedad por calentamiento. Es solamente cuando tenemos un equilibrio entre las fuerzas del calor y del frío en nuestro cuerpo cuando, temporalmente, podemos decir que estamos sanos. Pero esto nunca dura, es muy precario y a la menor sacudida el equilibrio se altera. Aryadeva señaló esto en su texto Las cuatrocientas estrofas (Bzhi-brgya-pa, sct. Catuhshataka). En ellas explicó que el cuerpo es una vasija de fuerzas contradictorias, mutuamente opuestas; por lo tanto, sólo puede darnos problemas y sufrimiento.

Pensamos que este cuerpo es tan hermoso. Necesitamos diseccionarlo en nuestra mente y observar cada parte por separado, como la cabeza, por ejemplo, o una hebra de pelo con un puntito en un extremo. Observemos una oreja, un ojo sólo por sí mismo, observemos un pedazo de piel, un corazón, un pulmón. Si estuvieran sobre una mesa por separado, serían repugnantes y nada agradables. Lo mismo aplica para las sustancias que provienen del cuerpo: orina, heces fecales, moco y demás. Los vemos en el suelo cuando caminamos por ahí y nos cubrimos la nariz para protegernos del hedor. ¿De dónde provinieron estas sustancias desagradables? No crecieron del suelo; provienen de nuestro cuerpo.

¿Cómo puede nuestro cuerpo estar limpio si es sólo fuente de suciedades? Nuestro cuerpo proviene del espermatozoide y del óvulo de nuestros padres. Si pusiéramos estas sustancias en una mesa delante de nosotros y las viéramos, cualquiera se sentiría asqueado. Estamos muy apegados a ellas porque son la fuente de la sustancia física de nuestro cuerpo, aunque en sí mismas sean nauseabundas. Si, por ejemplo, hemos vivido cuarenta años, piensen en toda la comida que hemos ingerido en estos largos cuarenta años y en todas las heces fecales y la orina en la que nuestro cuerpo la ha convertido. ¿Cómo puede este cuerpo ser limpio si hace semejante trabajo?

Es preciso que abandonemos el apego a semejante cuerpo. Proviene del karma y de las emociones y actitudes perturbadas, que sólo traen sufrimiento. Si acabamos o eliminamos el karma y las emociones perturbadas, nunca más tendremos agregados contaminados o sufrimiento. Las emociones y actitudes perturbadas provienen de prejuicios y errores, que surgen por completo de no darnos cuenta de la existencia no inherente de las cosas. Si nos damos cuenta de que todo carece de tal tipo de existencia, nuestras emociones y actitudes perturbadas se disuelven. Se agotan a sí mismas en la esfera de la vacuidad. Así que esto es lo que necesitamos.

(5) Cuando, por habituarte de esta forma, no generas ni por un instante,
una mente que aspira a los esplendores del recurrente samsara,
y desarrollas la actitud que está siempre intensamente interesada,
de día y de noche en la liberación,
en ese momento, has generado la renuncia.


Por lo tanto, necesitamos desarrollar la renuncia. Después, necesitamos aspirar a la bodichita.


Bodichita

(6) Pero, ya que aun esta renuncia,
si no se sostiene con el desarrollo
de la aspiración pura de la bodichita, no se convertirá en causa,
de esplendores y gloria del estado purificado sin par
(de la iluminación),
aquellos que tienen sentido generan la aspiración suprema de la bodichita.


Como dijimos antes, si no tenemos bodichita, no podemos alcanzar la iluminación.

(7) Arrastradas por las corrientes de los cuatro ríos violentos,
atadas por los apretados grilletes del karma, difíciles de revertir,
arrojadas dentro del pozo con trampas de hierro del aferramiento a identidades verdaderas,
completamente envueltas en la pesada oscuridad del no darse cuenta,

(8) Inexorablemente atormentadas por los tres tipos de sufrimiento,
vida tras vida en la ilimitada existencia compulsiva –
habiendo pensado en la condición de tus madres
que se han encontrado en situaciones como éstas,
desarrolla la aspiración suprema de la bodichita.


Arrastradas por las corrientes de los cuatro ríos violentos se refiere a los cuatro sufrimientos del nacimiento, la muerte, el envejecimiento y la enfermedad. Estamos atados por los apretados grilletes de la fuerza negativa de nuestras acciones kármicas destructivas, y estas fuerzas negativas seguramente madurarán algún día. Estamos en las trampas de hierro de la inconciencia, y en la pesada oscuridad de no ver la verdadera naturaleza de la realidad. Tanto las personas como los fenómenos aparecen como inherentemente existentes, pero no existen de esa forma para nada.

Tenemos un continuum de factores agregados siempre cambiantes y el simple “yo” es una etiqueta colocada en la base de ese cambiante continuum. Sin embargo, al no darnos cuenta, nos aferramos a ese “yo” que es etiquetado sobre una red de fenómenos cambiantes y lo malentendemos como permanente, estático, encontrable como un “yo” inherentemente real. La oscuridad de esta falta de darnos cuenta nos hace, entonces, construir una gran cantidad de fuerza negativa. Esta fuerza negativa nos arroja a la trampa de hierro del karma, en la que somos atados por los grilletes de este karma y de nuestras emociones y actitudes perturbadas. Como consecuencia, experimentamos naturalmente los tres sufrimientos vida tras vida, tal como se dice aquí. Estos son los sufrimientos del sufrimiento, del cambio y el sufrimiento que todo lo impregna. Como esta es también la condición de todas nuestras madres, necesitamos ayudarlas desarrollando la aspiración de la bodichita.


Lo siguiente se refiere a la vacuidad.
Un correcto entendimiento de la vacuidad

(9) Aunque te hayas habituado a la renuncia
y a la aspiración de la bodichita,
si aún careces del darse cuenta que discrimina que se percata
de la naturaleza de la realidad que mora,
serás incapaz de cercenar la raíz
de tu existencia compulsiva.
Por tanto, esfuérzate en los métodos
para comprender el surgimiento dependiente.


El punto principal de Tsongkapa es que surja el entendimiento de la vacuidad como el significado del surgimiento dependiente y que el surgimiento dependiente surja como el significado de la vacuidad. Por lo tanto, necesitamos esforzarnos en los métodos para entender la vacuidad como surgimiento dependiente.


¿Cómo hacer esto?

(10) Cualquiera que haya visto
que (las leyes) de causa y efecto conductual
jamás fallan, en todos los fenómenos
del samsara y el nirvana,
y que ha logrado derribar los soportes que sostienen
las (cogniciones)
que apuntan (a la existencia inherente),
cualesquiera que estos sean,
han entrado al camino que es agradable a los budas.


Todos los fenómenos del samsara y el nirvana provienen de la causa y el efecto. Esto nunca falla, nunca es falso. Cuando entendamos esto y, además, tengamos como soporte subyacente de nuestra meta el derrumbe de la existencia inherente, habremos entrado al camino que agrada a los budas. Cuando entendamos la vacuidad, no tendremos más una cognición dirigida a la existencia inherente. En este sentido, la base para que surjan estas cogniciones erróneas (su soporte subyacente, que es aferrarnos a la existencia inherente) se habrá derrumbado o desaparecido.

(11) Las apariencias son surgimientos dependientes no engañosos
y la vacuidad está alejada de cualquier afirmación
(de formas imposibles de existir).
Mientras estos dos entendimientos
aparezcan ante ti por separado,
es que aún no te has percatado de la intención de los poderosos.


Cuando entendemos la vacuidad, vemos que no hay nada que podamos señalar y decir: “esto es un objeto”. En un último análisis nada es encontrable. Por otro lado, aún vemos que las cosas son meras apariencias. Pensar que estos dos son descubrimientos completamente separados e inconexos (que las cosas no son encontrables, por un lado, y que son sólo apariencias, por el otro) no es la intención del Buda en lo que respecta a la vacuidad y a las dos verdades.

(12) Pero cuando sin alternancia sino al unísono,
tu certeza ante la mera visión
del surgimiento dependiente no engañoso
causa el derrumbe de todas tus formas de aprehender los objetos
(como inherentemente existentes),
has completado el discernimiento de la visión correcta.


Lo que necesitamos, entonces, es ver que debido a que las cosas surgen dependientemente (porque las apariencias dependen de causas y circunstancias para surgir) están desprovistas de existencia inherente; están desprovistas de existencia independiente. El hecho de que puedan surgir dependiendo de causas y circunstancias es simplemente porque carecen de existencia independiente. Por ello, mientras mayor sea nuestro entendimiento y convicción de que las cosas surgen dependientemente, de que las cosas dependen de causa y efecto, mayor será nuestro entendimiento y convicción de que las cosas están desprovistas de existencia independiente e inherente; y viceversa. Entender esto en conjunción simultánea significa que hemos completado el correcto análisis de la vacuidad.

(13) Además, cuando sabes que la apariencia
elimina el extremo de la existencia
y que la vacuidad elimina el extremo de la no existencia,
y cómo la vacuidad se manifiesta como causa y efecto,
jamás serás atrapado
por visiones que se aferran a los extremos.


Con frecuencia, encontramos que la explicación del hecho de la apariencia elimina el extremo de la no existencia (las cosas no son totalmente no existentes, porque aparecen). Y también, el hecho de la vacuidad elimina el extremo de la existencia inherente (las cosas no existen inherentemente porque están desprovistas de existir de esa forma imposible).

Aquí, sin embargo, tenemos una aseveración opuesta. El hecho de la apariencia elimina el extremo de la existencia inherente. Esto es así pues es necesario que las cosas estén desprovistas de existencia inherente para que aparezcan. Deben ser fenómenos que surgen dependientemente. Por lo tanto, el hecho de que aparezcan elimina la posibilidad de poder existir inherentemente.

Más aún, el hecho de la vacuidad elimina el extremo de la no existencia total. El hecho de que algo esté desprovisto de existencia inherente significa que puede aparecer por surgimiento dependiente: no podría ser totalmente no existente. Entonces, el hecho de la vacuidad elimina el extremo de la no existencia.

Esta es la aseveración especial de Tsongkapa y concuerda con el comentario de Choney Rimpoché (Co-ne Rin-po-che) al texto de Tsongkapa: Alabanzas al surgimiento dependiente (rTen-‘brel bstod-pa). Por ello, el entendimiento de que las cosas están desprovistas de existencia inherente porque surgen dependientemente y de que las cosas surgen dependientemente porque están desprovistas de existencia inherente, nos previene de caer en alguno de los dos extremos de aferrarnos tanto a una existencia inherente verdadera, como a una no existencia verdadera.


Lo siguiente es el exhorto a la práctica.

Exhorto a la práctica

(14) Cuando hayas entendido los puntos de estos
tres principales aspectos del camino, tal como son,
confía en la soledad,
generando el poder de la perseverancia gozosa,
realiza prontamente, hijo mío, tu meta inmemorable.


Cuando hemos obtenido entendimiento de la renuncia, de la bodichita y de la vacuidad, a través del poder de haber escuchado enseñanzas correctas sobre ellas, y después haber pensando sobre ellas y de haberlas analizado hasta obtener convicción de su significado, necesitamos vivir en soledad y dedicarnos unipuntualmente a meditar en ellas y a realizarlas. Necesitamos hacerlo con perseverancia gozosa como hicieron en el pasado los famosos maestros, por ejemplo el bien conocido Milarepa (Mi-la Ras-pa), el grandioso Gyalwa Ensapa (rGyal-ba dBen-sa-pa) y sus hijos espirituales, Kaydrub Sanggyay-yeshey (mKhas-grub Sangs-rgyas ye-shes), entre otros. Entonces podremos alcanzar la meta inmemorable de la iluminación. “Hijo mío” se refiere al cercano discípulo de Tsongkapa, Ngawang-dragpa, a quien mencionamos anteriormente.



Comentarios concluyentes sobre el no sectarismo

Esto concluye el comentario breve sobre Los tres principales aspectos del camino. Es un texto muy importante que incluye la esencia de todo el camino del sutra y el corazón de los caminos del tantra. Las enseñanzas sobre la vacuidad son un poco difíciles, ¿no es así? A menos que estemos muy familiarizados con los términos técnicos, cuando se habla del correcto entendimiento, las dos verdades, vacuidad y demás, puede resultar confuso. Hay formas distintas de definir y afirmar estos términos en las cuatro escuelas budistas indias de principios filosóficos de los sutras, y diferentes formas en las cuatro clases de tantra. También hay distintas maneras de definirlos en las cuatro diferentes tradiciones del budismo en el Tíbet en cada uno de sus contextos y sistemas específicos.

Necesitamos tratar de entenderlos todos de tal forma que conozcamos las implicaciones de los términos de acuerdo a su contexto para no confundirnos. Conocer solamente un sistema y luego criticar a los otros simplemente porque son diferentes y porque no los entendemos en sus propios términos, es una postura muy destructiva. Como dijo Nagáryuna en La preciosa guirnalda (Rin-chen ‘phreng-ba, sct: Ratnamala) y Shantideva en Involucrarse en el comportamiento del bodisatva (sPyod-‘ jug, sct. Bodhisattvacharya-avatara), en tales situaciones es mejor permanecer indiferente y silencioso, y no comentar nada.

Incluso dentro de enseñanzas de una misma tradición, la gelug por ejemplo, existen afirmaciones del entendimiento de la vacuidad de acuerdo al sutra y de acuerdo al tantra. En el sutra o en el tantra no hay diferencia en lo que respecta al objeto, la vacuidad. La diferencia recae en la mente que entiende la vacuidad. Más aún en ambos, sutra y tantra, hay diferentes definiciones y explicaciones de las verdades convencional y profunda y en la forma de meditar en ambas. Incluso dentro de la clase de tantra anutarayoga, varios sistemas difieren. Por ejemplo, los métodos señalados en el sistema guyasamaya son muy diferentes de las enseñanzas kalachakra. También, encontramos diferencias en la forma de hacer estabilización meditativa (meditación formal) y meditación de discernimiento (meditación analítica). Si no hemos estudiado todos estos sistemas, nos confundiremos mucho.

En resumen, si no sabemos nada de cierto sistema, no podemos hablar sobre él y mucho menos criticarlo. Solamente sobre una base no sectaria seremos capaces de apreciar el panorama completo de las enseñanzas del Buda.



Traducido y condensado por Alexander Berzin, 1983
segunda edición revisada, agosto 2003

Primera edición publicada en
His Holiness the 14th Dalai Lama.
Four Essential Buddhist Commentaries.
Dharamsala, India: Library of Tibetan Works & Archives, 1983.

Traducido al español por Fabiola Larios Togo